El Hipódromo Nacional de Maroñas es el alma de nuestro turf, el templo, la catedral que cada domingo junta a sus fieles, el hogar de las grandes carreras, el triunfo con el que todos sueñan, lo máximo a lo que cualquier burrero uruguayo puede aspirar, sin importar desde que posición se pare ante el turf. Desde hace un tiempo Maroñas ha cedido terreno y esta novedad que se conoció ayer es un duro golpe, un relegar terreno que no compartimos y que creemos aumentará la crisis en cuanto a público y apuestas que el circo capitalino está sufriendo.
Por Germán Boiso
Hay que reconocer que el escenario turfistico cambió y creció, y ese crecimiento ha traído buenas cosas. Las Piedras recuperado pasó a ser un excelente hipódromo cuando antes estaba en ruinas, y el Sint mejoró y potenció el turf del interior, durante tanto tiempo olvidado y que está a punto de desaparecer en todos los lugares donde no llegó el Sint para rescatarlo. Entonces, festejamos estos avances, en donde ganamos todos, pero, relegar a Maroñas por estos adelantos nos parece un paso de más, al fin y al cabo, Maroñas es el centro neurálgico de toda la actividad.
El paso de Las Piedras de los jueves a los sábados no trajo demasiados problemas, más allá de jornadas largas al sumarse a Maroñas, sin embargo la presencia del Sint si ha marcado un problema de calendario muy importante. Por costumbre en el interior se corre los domingos, la misma costumbre que hay en la capital, eso hizo que coincidieran en ese día. El gran tema es que el Sint no corre en la previa de Maroñas si no que intercala sus carreras. Se trató de adelantar las reuniones del Sint pero no hubo acuerdo. Además han pasado de 7 a 9 o 10 carreras lo que hace que prácticamente toda la reunión de Maroñas se corra intercalada con el Sint y que además deba empezar temprano, ya que como en estas pistas no hay luz, Maroñas aunque haga calor debe iniciar en horas que no son las mejores. Estaba la opciónd e que el Sint corriera los sábados junto a Las Piedras, y que Maroñas corriera viernes y domingo, sin embargo parece que a ninguna de las partes les gustaba, aunque sonara como la más lógica.
Por eso ir a los sábados es la opción elegida, se le da un día entero a Las Piedras junto al Sint y se le vuelve a dar exclusividad a Maroñas, que cuenta con un público que en muchos casos ni mira al Sint. El problema es que para volver a esa normalidad en el largo y la forma de las reuniones, se hace lalgo que para nosotros es un error, sacar a Maroñas del domingo, de su día, del día tradicional y probado. Poco nos importa que en muchas partes del mundo se corra en sábado los grandes clásicos, Maroñas es de los domingos, en Maroñas no se corre toda la semana como en otros lugares, y el público es particular en cada lugar, el nuestro es dominguero.
Ahora los clásicos más importantes serán el sábado, un día laborable para muchos, un día en el que la gente sale a cenar, tiene compromisos y el clima es otro. El domingo es el día del burrero, de la familia en el turf, de la tarde con amigos, del terminar la semana en donde más nos gusta. Si el juego ya estaba estancado, sin crecer en las últimas 4 temporadas en términos líquidos y por lo tanto cayendo en términos reales, esto será un nuevo golpe, es seguro que así no se recuperará y es bastante probable que caerá aún más. Y en cuanto al público tampoco será una solución, pueden llegar algunos nuevos, pero muchos de los viejos habitúes van a tener problemas para seguir siendo asiduos.
Está bien que todo el turf tenga la chance de crecer, y estamos de acuerdo con que se precisa una actividad extendida y global, pero Maroñas es la locomotra de este tren y si se le pega a Maroñas para favorecer al resto de la actividad todos estaremos en problemas.
Veremos qué pasa, solo el tiempo lo dirá, desde nuestro punto de vista, Maroñas recorre caminos alternativos que más que traer soluciones, traeran más problemas en cuanto a juego y pùblico, viernes Maroñas, Sabado Sint y LP, domingos Maroñas, parecía tan fácil, pero no se dio.
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By De Turf Un Poco
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