JUSTIFY es un sentimiento

 

El inmaculado crack metió la sexta al hilo en el 150º Belmont Stakes-G1 (2400 mts., US$ 1.500.000), y de una hebra se convirtió en el décimo tercer Triple Coronado norteamericano, igualando la gesta de Seattle Slew al hacerlo sin derrota alguna.

Con un andar implacable regulado al detalle por Mike Smith, el crédito de Bob Baffert bordó parciales de 48.11 y 1:13.21 para la primera mitad, siempre perseguido por Restoring Hope (USA) y Bravazo (USA), encaró la curva decisiva con la marca cercana de Vino Rosso (USA) y al desembocar en la recta, cuando escuchó el llamado de la gloria representado por el aliento de la multitud presente en Belmont Park, sacó a relucir la pasta propia de los caballos distintos para salir indemne con un remate consistente que aventó cualquier amenaza.

En la raya, el mágico alazán aventajó por casi 2 largos a Gronkowski en 2:28.18, con Hofburg en el siguiente casillero, y grabó su nombre para siempre en el corazón global de los fanáticos. Para magnificar su leyenda viva se erigió en el primer Triple Corona que alcanza la hazaña sin haber tenido actuación como dosañero, y en el que mayor cantidad de rivales batió para conseguirlo.

Su jockey, a los 52 años, es el más longevo en obtener el largometraje. El "Tordillo" Baffert, por su parte, reedita la epopeya de su pupilo American Pharoah (2015) –ambos atendidos por el peón Eduardo Luna- y emula a James Fitzsimons, el único que había enhebrado hasta aquí los tres eslabones en dos ocasiones (Gallant Fox en 1930 y Omaha en 1935). Están rodeados de una aureola difícil de dilucidar.

Hace hoy justo 45 años, Secretariat marcaba un hito indeleble de la historia con esa foto que es parte de la retina absoluta de este hermoso deporte, y su solitario desfile por todo el derecho sobre la arena de Nueva York.

Aun sin aquella espectacularidad, Justify volvió a erizar la piel de millones de turfmen del mundo entero. A humedecer sus ojos tan curtidos de finales intensos, a acelerar sus pulsaciones hacia un estado de gracia infinito, a emborracharlos de una alegría capaz de redimir el orgullo burrero, y a hermanarlos en ese idioma universal de la hípica que no sabe de fronteras.


Pablo F. Gallo
Reviista TODO A GANADOR

By: Constanza Pulgar - De Turf Un Poco