CINEMA
EL NUEVO DJANGO
Quentin Tarantino en la mira
Polémicas. El director presentó su nuevo
western en medio de críticas por su violencia.
"La tragedia sucedió, no la emprendan
con el realizador. Lo mío es un western, déjenme respirar", dijo Tarantino
al defenderse de quienes cuestionaban la violencia en "Django
desencadenado", su último film. Su protagonista no piensa igual.
Django desencadenado recrea un famoso
personaje de los spaghetti westerns, cuya más famosa encarnación estuvo a cargo
de Franco Nero. En la versión de Tarantino, que en Estados Unidos se estrenará
el martes y en Uruguay a comienzos de enero, Django es un esclavo que tras ser
liberado busca venganza. La película ha tenido algunas de las reseñas más
elogiosas que ha recibido Tarantino y algunos la comparan con Tiempos
violentos, con la que ganó el Oscar en 1996.
También ha tenido unas cuantas críticas.
Primero porque la abundancia (más de cien, según quienes se han tomado el
trabajo de contarlas) de frases en las que se usa la palabra
"nigger", forma despectiva de decir negro. Y segundo, por la
violencia exhibida en pantalla, cosa que ya es un común denominador en las
películas de este director (para el caso, se cuestiona particularmente una
escena en la que Walton Goggins cuelga a Django, encarnado por Jaime Foxx, e
intenta cortarle los testículos).
Pero como la película comenzó su campaña de
prensa y de promoción en medio del horror y la polémica desatada por la masacre
en la escuela de Newton, el director ha quedado como uno de los objetivos más
claros de las críticas y el mayor ejemplo que se usa en el viejo debate de la
violencia ficticia y sus supuestos efectos sobre la violencia real.
"Ni una palabra de las críticas sociales
que se han disparado contra mí ha causado el cambio de ninguna palabra en mis
guiones", dijo el director de cuarenta y nueve años a The Hollywood
Reporter. "Creo en lo que estoy haciendo, de todo corazón y con pasión. Es
mi trabajo ignorar eso", agregó.
En una entrevista por separado, Jaime Foxx
había marcado un punto distinto: "No podemos dar la espalda y decir que la
violencia en las películas y todo lo que hacemos no tiene ningún tipo de
influencia. La tienen".
Sin embargo, no se tiró directamente contra
el director. Entrevistado por el Hollywood Reporter, el actor de cuarenta y
cinco años dijo: "¿Cuándo fue la última vez que una película te hizo
hablar?". "Él expuso heridas, pero les agregó el valor del
entretenimiento. Cuando ves a Don Johnson decir la palabra con N con esa onda
tarantinesca, no puedes evitar reírte. He visto la película con público blanco,
con público blanco y negro y con público solamente negro y en cada función
todos se reían".
Por su lado, Kerry Washington,
coprotagonista de la película, dijo en una conferencia que la brutalidad de lo
que hace Tarantino en este caso sirve para educar al público sobre lo que
ocurrió cuando había esclavitud: "Creo que es importante que nos dé la
oportunidad de hablar sobre la violencia y no tenerla solamente como
entretenimiento. Aquí nos sirve para conectarla con lo que está mal, las
injusticias y las enfermedades sociales".
EL CONTEXTO. La matanza en la escuela del
fin de semana pasado tuvo un impacto muy fuerte en Hollywood y no solamente
afectó a Django desencadenado. La Paramount pospuso la presentación de Jack
Reacher, la última película de Tom Cruise, que comienza con un hombre
disparando casi al azar a transeúntes desde un vehículo. Igualmente Jack
Reacher se estrena hoy en Estados Unidos. En televisión se suspendió el estreno
de la comedia Parental guidance, con Billy Crystal y Bette Midler, se canceló
la emisión de series como Griffin y American dad (iban a emitir un capítulo en
que un demonio castigaba a unos niños prisioneros durante Navidad).
Antes de esto, el clima ya estaba muy
sensible a raíz del tiroteo en el cine de Denver durante una función de la
última película de Batman. En ese momento la Warner promocionaba la película
Gangster squad, en la que una pandilla de gánsters liderada por Sean Penn
provocaba un tiroteo… en un cine. Los estudios no solamente pospusieron el
estreno de septiembre a enero, sino que retiraron el avance de los cines y de
Internet y resolvieron volver a filmar esa secuencia para no herir
sensibilidades.
Josh Brolin, coprotagonista del film, dijo
que la nueva escena es mejor que la original. El director Ruben Fleischer dijo
que la escena se filmó otra vez por respeto a los familiares de las víctimas y
que se siente orgulloso de haberlo hecho sin comprometer la calidad de toda la
película. "Todos debemos respetar la tragedia y no trazar asociaciones con
nuestra película", dijo Fleischer.
La matanza de niños del viernes pasado hizo
opinar a todos, dentro y fuera de Hollywood. Son tiempos sensibles que
coinciden con la vieja discusión de la relación entre la violencia ficticia y
la real.
Dos opiniones sobre la violencia ficticia y la de la realidad
"El tema de la influencia de la
violen-cia ficticia en la vida cotidiana está presente en las discusiones de
las ciencias sociales desde mediados del siglo XIX", dijo el sociólogo
Rafael Bayce a El País, con respecto a la polémica que se ha desatado por la
matanza y su posible relación con la violencia en cine y televisión. "Pero
no hay nada decisivo a decir sobre el punto", agregó. "Lo que sí se
sabe es que cuanto menos sale alguien a la calle y más ve televisión y lee
medios de prensa, más miedo tiene, más cree que hay violencia afuera y más
proponen violencia para acabar con la violencia que creen que hay afuera",
explicó.
El filósofo Sandino Núñez, afirmó que
"Estados Unidos es una sociedad que se odia a sí misma, que no se tolera.
Y eso aparece representado más o menos claramente en la ficción. En cualquiera
de esas películas tipo slasher el correlato de tener adolescentes lindos,
piolas y ganadores, es el momento en que Jason Voorhees está esperando a
partirlos con un machete. Es decir, estamos esperando que efectivamente sean
atravesados, abiertos y despellejados porque los odiamos desde que empieza la
película hasta que los liquidan. Ahí se ha creado una forma extraña, perversa
de violencia". La moda de los zombis en cine y televisión podría ser un
ejemplo de eso, ya que el zombi da la excusa perfecta para matar al
vecino".
La sangre, marca de fábrica en las películas de Tarantino
Desde la secuencia de tortura de Perros de
la calle en adelante, las películas de Tarantino se han caracterizado por
incluir escenas o explosiones de violencia sórdida, a veces cargadas de humor
negro. En algunos casos como en Kill Bill esto se ha convertido en verdaderos
festivales de chorros de sangre. "Hay violencia en el mundo, hay
tragedias. Pero acusen a los que facilitan las tragedias", se defendió el
realizador.
Matías Castro/El País.ur/Posted by Mário Rozano
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