viernes, 21 de diciembre de 2012

CINEMA


EL NUEVO DJANGO
Quentin Tarantino en la mira

Polémicas. El director presentó su nuevo western en medio de críticas por su violencia.
 
"La tragedia sucedió, no la emprendan con el realizador. Lo mío es un western, déjenme respirar", dijo Tarantino al defenderse de quienes cuestionaban la violencia en "Django desencadenado", su último film. Su protagonista no piensa igual.
Django desencadenado recrea un famoso personaje de los spaghetti westerns, cuya más famosa encarnación estuvo a cargo de Franco Nero. En la versión de Tarantino, que en Estados Unidos se estrenará el martes y en Uruguay a comienzos de enero, Django es un esclavo que tras ser liberado busca venganza. La película ha tenido algunas de las reseñas más elogiosas que ha recibido Tarantino y algunos la comparan con Tiempos violentos, con la que ganó el Oscar en 1996.
También ha tenido unas cuantas críticas. Primero porque la abundancia (más de cien, según quienes se han tomado el trabajo de contarlas) de frases en las que se usa la palabra "nigger", forma despectiva de decir negro. Y segundo, por la violencia exhibida en pantalla, cosa que ya es un común denominador en las películas de este director (para el caso, se cuestiona particularmente una escena en la que Walton Goggins cuelga a Django, encarnado por Jaime Foxx, e intenta cortarle los testículos).
Pero como la película comenzó su campaña de prensa y de promoción en medio del horror y la polémica desatada por la masacre en la escuela de Newton, el director ha quedado como uno de los objetivos más claros de las críticas y el mayor ejemplo que se usa en el viejo debate de la violencia ficticia y sus supuestos efectos sobre la violencia real.
"Ni una palabra de las críticas sociales que se han disparado contra mí ha causado el cambio de ninguna palabra en mis guiones", dijo el director de cuarenta y nueve años a The Hollywood Reporter. "Creo en lo que estoy haciendo, de todo corazón y con pasión. Es mi trabajo ignorar eso", agregó.
En una entrevista por separado, Jaime Foxx había marcado un punto distinto: "No podemos dar la espalda y decir que la violencia en las películas y todo lo que hacemos no tiene ningún tipo de influencia. La tienen".
Sin embargo, no se tiró directamente contra el director. Entrevistado por el Hollywood Reporter, el actor de cuarenta y cinco años dijo: "¿Cuándo fue la última vez que una película te hizo hablar?". "Él expuso heridas, pero les agregó el valor del entretenimiento. Cuando ves a Don Johnson decir la palabra con N con esa onda tarantinesca, no puedes evitar reírte. He visto la película con público blanco, con público blanco y negro y con público solamente negro y en cada función todos se reían".
Por su lado, Kerry Washington, coprotagonista de la película, dijo en una conferencia que la brutalidad de lo que hace Tarantino en este caso sirve para educar al público sobre lo que ocurrió cuando había esclavitud: "Creo que es importante que nos dé la oportunidad de hablar sobre la violencia y no tenerla solamente como entretenimiento. Aquí nos sirve para conectarla con lo que está mal, las injusticias y las enfermedades sociales".
EL CONTEXTO. La matanza en la escuela del fin de semana pasado tuvo un impacto muy fuerte en Hollywood y no solamente afectó a Django desencadenado. La Paramount pospuso la presentación de Jack Reacher, la última película de Tom Cruise, que comienza con un hombre disparando casi al azar a transeúntes desde un vehículo. Igualmente Jack Reacher se estrena hoy en Estados Unidos. En televisión se suspendió el estreno de la comedia Parental guidance, con Billy Crystal y Bette Midler, se canceló la emisión de series como Griffin y American dad (iban a emitir un capítulo en que un demonio castigaba a unos niños prisioneros durante Navidad).
Antes de esto, el clima ya estaba muy sensible a raíz del tiroteo en el cine de Denver durante una función de la última película de Batman. En ese momento la Warner promocionaba la película Gangster squad, en la que una pandilla de gánsters liderada por Sean Penn provocaba un tiroteo… en un cine. Los estudios no solamente pospusieron el estreno de septiembre a enero, sino que retiraron el avance de los cines y de Internet y resolvieron volver a filmar esa secuencia para no herir sensibilidades.
Josh Brolin, coprotagonista del film, dijo que la nueva escena es mejor que la original. El director Ruben Fleischer dijo que la escena se filmó otra vez por respeto a los familiares de las víctimas y que se siente orgulloso de haberlo hecho sin comprometer la calidad de toda la película. "Todos debemos respetar la tragedia y no trazar asociaciones con nuestra película", dijo Fleischer.
La matanza de niños del viernes pasado hizo opinar a todos, dentro y fuera de Hollywood. Son tiempos sensibles que coinciden con la vieja discusión de la relación entre la violencia ficticia y la real.

Dos opiniones sobre la violencia ficticia y la de la realidad

"El tema de la influencia de la violen-cia ficticia en la vida cotidiana está presente en las discusiones de las ciencias sociales desde mediados del siglo XIX", dijo el sociólogo Rafael Bayce a El País, con respecto a la polémica que se ha desatado por la matanza y su posible relación con la violencia en cine y televisión. "Pero no hay nada decisivo a decir sobre el punto", agregó. "Lo que sí se sabe es que cuanto menos sale alguien a la calle y más ve televisión y lee medios de prensa, más miedo tiene, más cree que hay violencia afuera y más proponen violencia para acabar con la violencia que creen que hay afuera", explicó.
El filósofo Sandino Núñez, afirmó que "Estados Unidos es una sociedad que se odia a sí misma, que no se tolera. Y eso aparece representado más o menos claramente en la ficción. En cualquiera de esas películas tipo slasher el correlato de tener adolescentes lindos, piolas y ganadores, es el momento en que Jason Voorhees está esperando a partirlos con un machete. Es decir, estamos esperando que efectivamente sean atravesados, abiertos y despellejados porque los odiamos desde que empieza la película hasta que los liquidan. Ahí se ha creado una forma extraña, perversa de violencia". La moda de los zombis en cine y televisión podría ser un ejemplo de eso, ya que el zombi da la excusa perfecta para matar al vecino".

La sangre, marca de fábrica en las películas de Tarantino

Desde la secuencia de tortura de Perros de la calle en adelante, las películas de Tarantino se han caracterizado por incluir escenas o explosiones de violencia sórdida, a veces cargadas de humor negro. En algunos casos como en Kill Bill esto se ha convertido en verdaderos festivales de chorros de sangre. "Hay violencia en el mundo, hay tragedias. Pero acusen a los que facilitan las tragedias", se defendió el realizador.
Matías Castro/El País.ur/Posted by Mário Rozano

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