PRENSA
Extienden cautelar a favor del Grupo Clarín
Constitucionalidad. Ley de Medios no se aplicará hasta que se pronuncie la Corte
Buenos Aires | La Nación/GDA, AP, AFP, Ansa
y The New York Times
Un juzgado civil y comercial de Argentina
frenó la entrada en vigencia de la nueva Ley de Medios, al prorrogar la
vigencia de la medida cautelar que impide que se aplique la norma a Clarín,
hasta que se resuelva la cuestión de la constitucionalidad.
La aplicación queda supeditada, según la
decisión de la Cámara Civil y Comercial de Buenos Aires, hasta "que haya
sentencia definitiva".
El gobierno kirchnerista no se había
pronunciado ayer sobre el tema; Cristina Fernández de Kirchner estaba en
Brasilia en la cumbre del Mercosur.La resolución fue firmada en la noche de ayer por los jueces María Susana Najurieta y Francisco de las Carreras, quienes establecieron que la cautelar se extienda hasta que se resuelva la cuestión de fondo, o sea la constitucionalidad de los artículos en cuestión, sobre lo cual debe fallar otro magistrado del mismo fuero, Horacio Alfonso, en una compleja trama judicial.
La Ley de Servicios de Comunicación
Audiovisual (LSCA), aprobada en octubre de 2009 por el Congreso, tenía que
entrar en vigencia hoy, fecha tope para que los grupos empresarios presenten su
plan de adecuación para desprenderse de canales o radios que excedan el cupo
fijado por la normativa.
La ley generó en el país una divisoria
entre los sectores que dicen que recorta la libertad de expresión y los que la
defienden enfáticamente. La norma surgió como una iniciativa ciudadana de la
Coalición por una Radiodifusión Democrática, que implicó años de debate, y que
luego fue tomada por el gobierno de Fernández como bandera.
La ley (26.522), que modifica una de la
última dictadura (1976-1983), regula el sistema de medios radiales y
televisivos, pero no afecta el funcionamiento de la prensa escrita.
Entre los aspectos centrales establece un
nuevo orden en las licencias de los medios audiovisuales, que se componen por
tres franjas que contará n con un 33% cada una de ellas. Son las de
administración pública, de administración privada con fines de lucro, y
administración privada sin fines de lucro.
Este es uno de los temas que mantiene
férreamente enfrentado al gobierno con el grupo Clarín, el más poderoso
conglomerado mediático del país, que, según datos de la Autoridad Federal de
Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), maneja el 70% de la
comunicación, con dominio en 500 empresas de medios.
El Grupo Clarín presentó amparos sobre la
constitucionalidad del artículo 161 de la LSCA, que obliga a desinvertir en
caso de tener multiplicidad de licencias. Y logró medidas cautelares hasta que
se expidiera la justicia sobre la cuestión de fondo.
La empresa argumenta que la ley dañará la
libertad de expresión y también asestará un duro golpe a numerosos puestos de
trabajo -aunque la norma insta a quien compre las licencias a hacerse cargo de
los actuales trabajadores-.
El 22 de mayo la Corte Suprema de Justicia
fijó el plazo del 7 de diciembre para presentar el plan de adecuación y el fin
de las cautelares al explicar que "son resoluciones jurisdiccionales
precarias y no pueden sustituir la solución de fondo porque afectan la
seguridad jurídica".
La AFSCA tiene la función de aplicar la ley
y su presidente, Martín Sabatella, fue nombrado por la mandataria argentina en
septiembre pasado para dirigirla. Sabatella reiteró ayer, antes de que se
anunciara la prórroga de la cautelar, que esperará hasta la medianoche del
viernes (hoy)) "para que todos los grupos que deban adecuarse presenten su
plan". Es "una regla pareja para todo el mundo", agregó.
Pero un fallo a última hora del día volvió
a estampar un nuevo compás de espera sobre la norma.
JUSTICIA. En un aviso en Clarín, el Grupo
respondió ayer con dureza al ministro de Justicia, Julio Alak, quien sostuvo
que si un tribunal cuestionado por el gobierno decidía prorrogar la medida
cautelar presentada por el multimedios contra la desmonopolización -como luego
lo hizo-, "sería un alzamiento contra una ley de la Nación y una burla a
la voluntad popular".
Clarín sostuvo en su respuesta que
"una vez más el ministro de Justicia volvió a usar los micrófonos para
amenazar descaradamente al Poder Judicial y para lanzar falsedades que
involucran al grupo".
En tanto, la Comisión Nacional de la
Independencia Judicial de Argentina, a través de las asociaciones que la
integran, emitió un durísimo comunicado en el que manifestó "la
preocupación de una importante cantidad de jueces y juezas de todo el país,
referida a hechos que agreden institucionalmente a un Poder del Estado y, como
consecuencia de ello, a todos los ciudadanos de la Nación, ya que la justicia
es para todos".
"Los hechos que agreden
institucionalmente a un Poder del Estado" se exteriorizan mediante: a) la
falta de cobertura de cargos de magistrados, generando que los jueces subrogantes
designados no tengan garantías de estabilidad suficiente; b) recusaciones y
denuncias penales utilizadas de modo excesivo o con el solo fin de separar a un
juez de una causa; c) campañas difamatorias contra jueces agraviándolos de
manera personal; d) pedidos de intervención a los poderes judiciales
provinciales; e) intentos de modificación de algunas legislaciones locales en
perjuicio de la estabilidad e independencia de los magistrados.
Una delegación de la Sociedad
Interamericana de Prensa (SIP) -que hace pocas semanas pidió a Argentina que
deje de usar "maniobras" para coartar la libertad de expresión-
llegará hoy a Buenos Aires.
ORÍGENES.
Las ambiciones "K" de
desarticular a Clarín reflejan el resentimiento oficial que se fermenta en
torno a la influencia del Grupo, que ha evolucionado con las décadas desde un
diario al borde de la bancarrota a un extenso gigante de medios, a veces odiado
en público por presidentes que han tenido que reconocer el poder de Clarín para
moldear la opinión.
Para Clarín, la batalla involucra no solo
sus intereses económicos sino también la viabilidad mayor de grupos de medios
independientes, en un país donde funcionarios gubernamentales están canalizando
un aumento en la publicidad pública a organizaciones noticiosas que cubren
favorablemente a Fernández, cuyos índices de aprobación han caído en últimas
fechas conforme la economía argentina pierde fuerza.
La batalla de Fernández con Clarín
sobresale debido a los vínculos que en otra época los unieron. Clarín apoyó
durante varios años a su difunto marido, Néstor Kirchner, presidente de 2003 a
2007; él fue anfitrión con regularidad de Magnetto para almuerzos en la
residencia presidencial y entregaba con frecuencia historias exclusivas a
periodistas de Clarín.
La relación con los Kirchner empezó a
avinagrarse en 2007, cuando Clarín publicó informes sobre un empresario que
había tomado un vuelo desde Venezuela con una maleta que contenía 800.000
dólares en efectivo, generando alegatos de que el dinero tenía el propósito de
ser una contribución secreta a la campaña de Fernández.
El País Digital
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