PALABRA DE BURRERO. HOY: "LUIS A." , POR ERNESTO LUIS QUIROLO
Me escribe el amigo Ernesto Luis Quirolo y me cuenta:
"Buen día Lopecito.
Cuando leí tu nota con motivo del 6to aniversario de la creación de Los Pingos de Todos, sitio que, dicho sea de paso, cuando lo descubrí me permitió encontrarme con el estupendo trabajo de Marcelo Febula “Los Caminos de Yatasto”, a mi entender, de lectura obligatoria para cualquier burrero de ley, me quede pensando. Pensando en que nunca se me había ocurrido pero que es tal como lo describís “… Un mundo distinto donde se puede alcanzar la felicidad en menos de un minuto y que te dure para toda la vida”
La mención de tu viejo me llevó a través del tiempo a recordar un episodio vivido en la popular del Hipódromo de Palermo, cuando andaba por los 20 o 21 años.
Mi viejo dejo este mundo cuando yo tenía 3 años. Era piloto de aeronaves comerciales de profesión (Aeroposta Argentina, mas tarde Aerolíneas Argentinas) y burrero por afición, según me contaron. Se llamaba Luis Antonio, ya veras porque menciono su nombre.
Aquella tarde de Palermo, corrida la 6ta carrera no había podido visitar la ventanilla de “Pagadores” – por entonces estaban separadas de las de apuestas - ni una sola vez. Quedaban dos carreras y unos mangos para fichar una sola. Revise los competidores de la 7ma carrera y apareció un numero nueve de nombre “Luis A.”,con la monta del querido Anibal Etchart, sin mirar ni performances, ni aprontes, ni comentarios, doblé la revista en dos , la puse debajo del brazo, y como un muñeco guiado por control remoto enfilé derechito para la ventanilla del 9. Deje ahí mi resto y me entregaron un boleto equivalente a 25 ganadores ,50 pesos m/n de la época y la mínima jugada posible.
Regresé a la tribuna, largaron la carrera y de los 100 a la raya se trenzaron dos caballos cabeza a cabeza. De pronto, junto a los palos y por un hueco imposible, apareció Luis A. con Anibal pegando hasta con los codos, emparejó y los tres pingos cruzaron el disco en una línea. Bandera verde arriba y al cabo de unos minutos ,el fallo. Al tope Luis A. por media cabeza sobre el segundo. La pizarra de los dividendos marcó 18 pesos por cada dos apostados. Cualquiera estará pensando que lo grité hasta que cerraron el hipódromo. Nada de eso. Eleve mi mirada al cielo y le dije a mi viejo “ No me vas a decir que no tenes nada que ver con esto ¿ No ?” y tranquilamente me encamine a la de “Pagadores” a canjear mi boleto por los 450 mangos ganados.
Parece un cuento, pero así fue nomás. Abrazo."
Ernesto Luis Quirolo
Con su permiso querido amigo Ernesto, la feca agradece, fenómeno!...
Gracias Lopecito!
Mário Rozano


No hay comentarios.:
Publicar un comentario