lunes, 12 de agosto de 2013

HASTA SIEMPRE, PABLITO



Trajo a Víctor Hugo Morales de Uruguay a Argentina, cuando el oriental era un desconocido; lo descubrió en una emisión casual. Sabía todo de fútbol, de la calle, y también de carreras.

El sábado pasado, a los 78 años y tras una agonía de dos semanas producto de una neumonía, falleció en la ciudad de La Plata el relator de fútbol Pablo Zaro. El amigo
de Carlos Bianchi, de Bilardo, del "Yacaré" Echeverría, de Juan Ramón Verón y la Brujita, de Néstor Ibarra, de Dante Panzeri, Fernando Niembro y Jorge Dasilveira, entre otros. De "Valija" Torres, Carlitos Viviani, Gerardo Martino y Oscar Felipe Gallo. Del autor de estas líneas.

Fue un símbolo del Newell's campeón de Bielsa, durante casi dos décadas en la ciudad de Rosario, transmitiendo siempre a la Lepra y a Central. Concurrió a muchos mundiales, anduvo por América con el Pincha tricampeón de la Libertadores, y junto a Víctor Hugo relató el Mundial de 1986 para Radio Argentina, entablando una sana amistad con Maradona.

Radicado en las Diagonales, desde su bunker de 44 e/8 y 9 inventó el "Fútbol de Visitante", relatando en los últimos 20 años al Pincha y al Lobo en cada salida fuera de la ciudad. Me tocó hacer de comentarista en varias emisiones, cuando le faltaba el encargado de ese menester, y aprendí un montón porque era un libro abierto de la radio y de la vida.

En cada cancha de fútbol, sus colegas lo recibían como lo que fue, un maestro. En los hipódromos, integró la barra de Pastoriza, el Conejo Tarabini, Coco Basile y el Panadero Díaz; y era como hermano de Josecito Aguirre, Cacho Pascual y el Flaco Udaondo.

En los burros pateó muchísimo más de lo que atajó, aunque en la época de oro del Palco de Periodistas supo ponerse los guantes de arquero.

A veces estaba en el Bosque y refunfuñaba porque eran las 5 de la tarde, a las 21 tenía partido y debía abandonar la reunión hípica para ir a preparar la "transmi". Pero el micrófono lo apasionaba.

"Afuera", supimos jugar a medias, y Pablo llevaba las cuentas de manera detallada, pase por pase; cuando nos tocó perder y el martes había que pagar, siempre se hacía cargo, y cuando quería darle la mitad, se enojaba. Un fenómeno.

En casa, cuando nos enteramos de tu partida, nos agarró una tristeza difícil de explicar. Toti y Lucas extrañarán al "León", a los alfajores que les traías, y Juanpi a tus historias de un tiempo que pasó.

A Marta, a Florencia y a Pablito, un abrazo gigante y todo el cariño de la Familia Gallo.

Tu amigo Pablo F.

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