TIENE DOS CARTAS
Maldotti, apellido ilustre en el República Argentina
Carlos Delfino
Con Blood Money, que reaparece, y Ribelinho, procedente de las condicionales, el preparador buscará un éxito en la carrera que su padre, Juan Alberto, ganó en La Plata y que para la historia se le contaría a su hijo, Juan Sebastián, que presenta a ambos caballos.
Juan Carlos Maldotti planifica el República Argentina
por duplicado. (Dupratphoto/PH)
Tiene en su casa tres trofeos obtenidos en ese gran premio. Los dos primeros fueron consecutivos: Azagal se impuso 1994 y Potridoon, al año siguiente. “Fue una época fuerte de Tori”, recuerda sobre el stud de ambos. Casi una década más tarde, en 2003, con Rey Rex llegó el triunfo que mayor satisfacción le dio de los tres, por coincidencia todos en 2500 m, una de las tres distancias en las que se disputó este clásico en el Argentino. “Todos los triunfos tienen su importancia y su sensación diferente. Los dos primeros eran caballos muy indicados. Pero Rey Rex no estaba entre los favoritos, era de menor categoría, y eso tiene otro gustito”, explica Juanca, de 66 años y con más de 30 en la profesión.
“Después del Pellegrini y el Nacional, es uno de esos clásicos superlativos, de esos en los que uno siempre quiere estar”, apunta el preparador sobre el cotejo que en el que buscará otro festejo. Hay más datos en su memoria para compartir: “Mi padre ganó esta carrera cuando se corría en La Plata, con la yegua Espadaña, y a mi se me escapó por poco en 1989, con un caballo que se llamaba Charny y tenía con algunos socios. Era muy bueno en el barro, pagaba como cien pesos y parecía que se venía. Pero Larabee nos dejó segundo”.
Tremendos nombres. Una hembra que dejó una huella de la mano de papá Juan Alberto, en los ‘70, y el potrillo que cayó con el caballo que dos años antes había ganado el Carlos Pellegrini. En medio de ellos aparece otra mención, la de Mat Boy, que obtuvo la versión de 1983 por trece cuerpos. “Fue el mejor que vi de los ajenos. Tenía poca salud y te dabas cuenta cuando lo veías entrenar. Pero cuando salía a la cancha se olvidaba de todo... Como Riquelme”, agrega Maldotti, fanático de Boca, con una enorme sonrisa. Hoy, a su lado trabaja Juan Sebastián, su hijo, otra generación lista para pisar fuerte en el turf.
Esta vez, la cartas de la familia en el República Argentina serán Ribelinho, que procede de las condicionales, y Blood Money, que llegó al Nacional como favorito y no respondió ni ahí ni en el Pellegrini, en diciembre. “Fue al campo dos meses. Necesitaba descansar; estaba estresado. Me hubiera gustado que corriera una carrera antes, pero no se dieron los tiempos. Tiene la contra de que reaparece, pero a la mayoría de los potrillos le ha ganado cuando estuvo en su plenitud”, sostiene Juan Carlos, y enseguida hace hincapié en la preparación: “La pasada la fue a hacer en Palermo porque le iba a venir muy bien que haga memoria. Ir a los boxes, a la balanza, caminar por donde ya ha ganado tantas carreras. Y trabajó muy bien, además”.
Si gana Blood Money, será la primera vez que Maldotti festeje en este cotejo sin Pablo Falero, que tiene compromiso para correr a Ribelinho, por seruno de sus propietarios el stud Vacación. “Juan Cruz Villagra lo ha vareado mucho a Blood Money y no tuvo suerte hasta ahora las tres veces que lo corrió. Tal vez ahora desquite”, se entusiasma. Competitivo, Maldotti siempre está.
By Mário Rozano
De Turfe Um Pouco
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