Una década de enseñanza y sueños alcanzados
Se conmemoraron diez años de la reapertura de la Escuela de Aprendices del Jockey Club, que en esta etapa fue cuna de un gran número de látigos que no sólo aprendieron el oficio, sino también diferentes valores de la vida. Pura Hípica estuvo en el aniversario que refleja proyectos y objetivos cumplidos.
Nicolás Alcalde
Allá por junio de 2004, la reapertura de la Escuela de aprendices de San Isidro significó una grata noticia para la actividad turfística. Desde ese entonces se fueron planteando metas por cumplir, siempre con la idea de formar jockeys no sólo desde el aspecto profesional, sino también desde lo humano.
Un equipo de trabajo dirigido por la experiencia de Héctor Líbré y Victor Sabín al que se complementaron Diego Davide, Miguel Almanza y Juan Suchecki son el nexo con los jóvenes que tienen en su mente salir a las pistas y cumplir el sueño de sus vidas. En estos años, 50 fueron los alumnos egresados, de los cuales en la actualidad están corriendo 42 y todos ellos alcanzaron un total de 7243 pruebas. Todo un número.
Nadie se quiso perder el evento. No sólo estaban los aprendices que están cursando, sino que también se acercaron jinetes que ya son dueños de una valiosa trayectoria y, obviamente, parte de este ciclo. La mayoría de los que se inscriben en este curso, que tiene una duración aproximada de dos años, llegan del interior del país y la adaptación es siempre complicada. Eso provoca un grupo muy unido, que se acrecienta en los viajes a los diferentes hipódromos regionales.
La torta de los 10 años junto a Hectór Libré, uno de los profesores. (Fotos: Diego Trubba)
“Es un orgullo llegar a estos diez años. Lo resumo con eso. No se puede pedir más. Me la pase aprendiendo con cada uno de los alumnos y se armó una gran familia. Se consiguieron resultados en lo relacionado al crecimiento de los chicos como personas”, son las palabras de Libré sobre un breve balance de lo vivido.
La emoción estuvo latente durante toda la tarde. Un proyector emitió una serie de videos que llegaban a los sentimientos. Desde el trabajo en una clase, pasando por los grandes premios que algunos muchachos supieron alcanzar hasta la conmovedora historia de Lorena Torres, que se recuperó de un grave accidente y fue otra de las presentes. “Le agradezco a Dios por cuidarme y permitirme estar con ustedes. Lo de mi caída ya quedó atrás”, exclamó ante el cerrado aplauso de los asistentes.
Otro de los que se conmovió fue Diego Davide, que tiene un acercamiento directo y afectivo con los chicos por su función de profesor de educación física. “Lo recibimos como adolescentes y muchos de ellos hoy son padres. Es un recorrido de la vida, que valoro mucho poder compartirlo con cada uno de ellos”, sintetizó.
El agradecimiento a las mujeres que reciben a estos jóvenes en los circuitos del interior del país también fueron parte de los festejos. La figura de Raquel, la esposa de Libré, representaba el amor y cuidado que le dan ante cada previa de competencias. Sucesos que permiten graficar que estos aprendices siempre están acompañados.
Gustavo Posse, el intendente del partido de San Isidro, se hizo un lugar en su agenda y pasó por la Escuela para dejar sus palabras. Hombre muy vinculado al turf, no sólo por gobernar en el distrito, sino es una actividad que conoció desde pequeño por herencia familiar. “La existencia de la escuela es algo muy importante. Cada uno de estos chicos se hace de la profesión desde abajo y entienden que triunfar depende del talento.”, puntualizó.
Alegrías, victorias, enseñanzas, experiencias son algunos de los valores que se destacaron en esta etapa. De cada uno de estos chicos, siempre algo se aprende, siendo un ida y vuelta con los profesores. Diez años de triunfos y hasta de algunas tristezas, pero como en toda gran familia, con la mente puesta siempre en crecer e ir por más.
By De Turfe Um Pouco
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