Murió Angel Baratucci, una leyenda del turf nacional
El jockey tenía 93 años; ganó 26 estadísticas en Rosario y trascendió la barrera de los hipódromos Múltiple ganador de estadísticas en Rosario.
Pasó a la fama universal un 15 de diciembre de 1957, cuando enhebró las 8 carreras que integraban la reunión en el Hipódromo Independencia, alcanzando así un récord mundial jamás empardado.
Ángel Oscar Baratucci, fallecido esta madrugada a la edad de 93 años, logró además el título de Maestro, entregado de manera unánime por la sabiduría popular a quien, al cabo de seis décadas, dio cátedra de humildad, conocimientos y estatura humana, culminando su trayectoria como director de la Escuela de Aprendices.
En una época donde sólo había actividad los fines de semana y los feriados, obtuvo más de 3500 victorias, un número descomunal en función de lo apuntado. Sumó 26 estadísticas, 21 de ellas de manera consecutiva. Y el récord no superado en Rosario de 160 carreras ganadas en la temporada de 1966.
Palermo, San Isidro, La Plata, Mendoza, Casilda y otros hipódromos provincianos supieron del arte eximio de Bara, un fenómeno que tuvo de rivales, en la gloriosa cancha del Independencia, a colegas de la talla de Tito Mernies, los hermanos Merli, Pancho Cáceres, Pepe Figueroa, el Galgo Libré, Froilán Maldonado, Rubén Darío Galloso, Juan Ublich, Sauro o Pili Bortulé.
Se retiró el 5 de noviembre de 1989 entrando segundo con la yegua India Culpable, de Matico Encina. El 24 de agosto de 1995, el Concejo Municipal de Rosario lo nombró Ciudadano Ilustre. Un tiempo después, la Cámara de Diputados de la Nación lo condecoró al incluirlo entre los Mayores Notables. Y el 16 de junio de 2012, gracias a una presentación del ex jinete Carlos Maldonado, se instituyó al 15 de diciembre, fecha de su hazaña de Guinness, como el Día Nacional del Jockey Profesional del Turf Argentino.
Se escribieron 3 tangos en su homenaje: dos llamados “A Baratucci” (uno de Lucio Urraco, el otro de Goyito Herskovich Goyito y Juan Triccarichi), y “Baratucci al hilo” (de Alejando Schneider y Federico Duchein Mayada).
Su salud de hierro, deteriorada este invierno, iba anticipando con achaques propios de la veteranía el desenlace doloroso que ahora lo deposita en el disco de la inmortalidad. Patita, El Flaco, Don Ángel, Bara. Un ícono del Independencia. Un símbolo inequívoco de nuestra hípica de oro. Hasta siempre, Maestro.
Pablo F. Gallo
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