REGRESO Y VICTORIAS

Volvió Falero; volvió el mejor...

Gerardo López

La suspensión, motivada acaso por una tontería pero con total seguridad bien aplicada, ya quedó atrás; es más... de eso ni siquiera hubo comentarios en las canchas de vareo, donde hacia el fin de semana pasado la noticia verdaderamente importante fue que el uruguayo retomaba el ejercicio de la montura y ya se aprestaba a reaparecer. Charlamos con él, en el Campo 2, el pasado martes; volvimos a hacerlo después de la reprise, el miércoles en la arena de San Isidro, y tuvimos que extender el diálogo¡obligadamente! tras el impresionante "capolavoro" que se mandó el viernes en Palermo, con Reina de Honor.

El martes, en el Campo 2, firme con el trabajo. (Diego Trubba/PH)

Antes que nada, una rápida pero quizá necesaria justificación del título: Realmente, en nuestro país ha habido ¡¡¡jockazos!!!, no jockeys, en las últimas décadas. Y para muestra... que basten algunos botoncitos (como lo fueron y son Jorge Valdivieso, Jacinto Herrera, Juan Carlos Noriega, Gustavo Calvente, éste con 27 Grupo ¡ ganados cuando recién llegaba a los 21 años; Edwin Talaverano, Jorge Ricardo, Altair Domingos, ahora Francisquito Goncalves... ¡puf!). Ahora bien, si Pablo Falero, de 48 años, pudo ganarles, a semejantes monstruos, 15 estadísticas generales en Palermo y San Isidro durante los 23 años que lleva viviendo en la Argentina... ¿Qué otra calificación que la de “El Mejor” podría caberle?

Ahora, al trabajo: la crónica dice que el jueves anterior (5 de febrero) Pablo volvió a montar en San Isidro. Pero él mismo profundizó sobre el detalle de su actividad, desde el día de la suspensión hasta ayer mismo: "No monté... por un mes, más o menos. Recién el 19 o 20 de enero me subí, en Viña del Mar (en el Valparaíso Sporting Club, como dicen ellos), porque Catena me pidió que le diera la pasada a una yegua que iba a correr el Derby. Y seguí montando... no todos los días pero sí día por medio, más o menos, hasta el último día que estuve allá, el 31. Tengo una ventaja, que es que subo siempre con montura... y además elegí caballos mansos".

El miércoles, en San Isidro, en su primera carrera del año. 

(Diego Trubba/PH)

Sabido es del tremendo sacrificio que debe hacer un jockey para mantenerse en peso. Por eso, nos pareció fundamental preguntarle a Falero sobre el "tema prohibido": ¿Y los kilos? La respuesta estuvo, más o menos, dentro de lo esperado: "Y... para fin de año me pasé un poco. En un momento me pesé... así, con ropa, pero poca (jean, chomba livianita...) y estaba en ¡61! Así que empecé, despacito, a trotar (que es el único ejercicio que hago para perder peso): al principio poquitas cuadras, incluso caminando, como para hacer un paseo más que otra cosa. Y después, un ratito de trote... que, lógicamente, se fue estirando. El domingo pasado ya estaba en 55 y medio... pero desnudo".

¿Cuál es el peso acostumbrado últimamente?: "Yo, en general, corro de alrededor de 56... no menos. Sólo para la época de fin de año, con los Grandes Premios como el Pellegrini o para los potrillos, entro bien en 55 y hasta 54, pero trotándome bastante. Así que no estoy tan lejos de lo ideal; en realidad, estoy casi en peso... pero todavía con bastante panza, así que voy a tener que ir ajustando para llegar, yo creo que dentro de un mes, a estar en 55 o 56 pero vestido y ya con mejor estado físico. Lo que sí, estoy muy bien con el caballo: estos días que fui trabajando, muy de menor a mayor, ya me dieron mucho timing. Empecé el jueves de la semana anterior (día 5... justo el día que se terminó la pena) montando sólo a Inter Roman, de Toscano; pero ya el viernes subí un par..., también fui a Palermo... y en los últimos días arranqué un poco más de firme".

De todos modos, le retrucamos, el miércoles ¡ya había que correr! Pero tampoco con ésto logramos asustarlo: "No hay problema. Corro dos solos, uno de 57 y Caradura Cat, el de Pucho, que va de 58. Así que arranco... tranquilo, nomás. Y desde el lunes que viene, ya sí, firmo compromisos normalmente".

Hasta ahí, la primera conversación. Pero, ya en viernes a la mañana y superado ese trance inicial de la reaparición, "Fa Fá" hacía una primera evaluación del regreso: "Anduve... bien, bastante bien. Por lo menos, la gente de Caradura Cat quedó contenta; porque no les había corrido bien en Rosario, según ellos, y acá cumplió muy bien, llegando cuarto cerquita". El contragolpe periodístico fue preguntarle por el tema de la fatiga, estocada que el uruguayo esquivó con lo que todavía le quedaba de cintura: "Y... al principio te cansás, sí. Pero, ya cuando corrí la segunda, quedé mejor".

Quizá algo desprevenido, el cronista pensó que, lógico, incluso iba a necesitar de un buen tiempito "para ponerse..."La realidad, revelada en el estilo de equitación y la cabeza de Pablo Falero, nos dio tremenda cachetada esa misma tarde, la del viernes, cuando Reina de Honor (ignota perdedora de Juanca Maldotti, que no había podido llegar a menos de 25 metros en cuatro intentos, que incluyeron también la categoría restringida) salió de perdedora... porque la corrió Pablo, nada más. Contar la carrera aquí sería demasiado complicado y seguramente inexacto, por lo que preferiremos recomendar al lector que busque el video correspondiente en el website del hipódromo. Lo que sí, nosotros nos encargamos de requerir, una vez más, el comentario del orgullo de la hermosa ciudad uruguaya Colonia del Sacramento: "La primera que gané me decís, ¿no? Y... esa, seguro, se vio mejor de afuera. Porque lo que fue de adentro... te aseguro que no la disfruté para nada; por el estado..., lo que hablábamos, ¿viste?: te cuesta...". Luego, Falero completó doblete, con Garella, en otro final cerrado.

La verdad es que, desde afuera (como dice Pablo), Reina de Honor "perdía siempre". En sus palabras: "Me hizo empujarla toda la recta. Parecía que iba a entrar quinta y... recién faltando 20 metros ví que ganaba. Tuve que sacar fuerzas... de donde pude; vos sabés que en esos casos no podés aflojar ¡nunca! Hay que seguir haciendo fuerza, hasta donde se pueda".

¿Y el estado físico, en síntesis y ya a sábado...? “De a poco, voy mejorando. Es una batalla contra el peso, así que desde el miércoles ¡cerré la boca! porque es el único modo de pelear contra la grasa: no hay otra que no comer".

O sea que “El Mejor” ya está de vuelta. Y con las pilas recargadas. Contento, incluso, porque una parte de la charla del martes, que hemos preferido dejar para el final de esta nota, lo mostraba ya por entonces... hasta satisfecho por cómo regresaba. E ilusionado. Vean, sino, sus propias palabras: "Vos sabés... que a mí no me gusta hablar de mí mismo, ni agrandarme más de la cuenta...", (aunque bien merecido se lo tendría), "... pero estuve en Las Flores, Santa Fe, y, en Maroñas el día del Ramírez y me quedé asombrado de ¡cómo me quiere alguna gente!, que incluso son de más lejos..., de lugares a los que casi nunca voy: por ejemplo, me agarró gente de Brasil (hace 10 años que no voy) que sabía absolutamente todo de mi carrera; y que se acordaba y me decía 'vos una vez corriste un caballo mío... y así y así...' y que me invitaban para que vuelva a ir... que me iban a conseguir buenas montas para el Gran Premio Brasil y otras carreras grandes de allá. Así que... ¡vamos a ver!: por ahí, este año me hago un par de viajes para aquel lado".

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By De Turfe Um Pouco