martes, 31 de marzo de 2015

Estados Unidos, al ritmo de Candy Ride

El caballo argentino lidera la estadística de padrillos desde ayer según el Thoroughbred Daily News

Lo que venía madurando es hoy una realidad. Candy Ride, el fantástico caballo argentino, lidera por primera vez en su vida la estadística de padrillos de los Estados Unidos según el confiable ordenamiento que brinda el Thoroughbred Daily News.

Los notables resultados del último fin de semana conseguidos por los hijos del reproductor de Lane’s End Farm, en Midway, Kentucky, lo impulsaron hasta superar la línea de Tapit (Pulpit), que mantenía el dominio que ya había mostrado al cabo de su intratable 2014.

Con 3.676.322 dólares en ganancias, Candy Ride supera al tordillo de Gainesway Farm, qeu acumuló en el mismo período US$ 3.444.372.

Vale recordar que, sólo el sábado, el crack nacional disfrutó del triunfo de Chocolate Ride en el Mervin H. Muniz Jr. Handicap (G2), del segundo puesto de Sloane Avenue en la Godolphin Mile (G2), del tercer lugar de Grand Tito en el Appleton Handicap (G3) y de la cuarta posición a la que accedió Candy Boy en la Dubai World Cup (G1).

Además, Lead the Pack, Unbridled Candy, Young and Hungry y Bride to Be aportaron sumas importantes desde las condicionales.



Casi no pasa fin de semana sin que las crías de Candy Ride den la nota. Hace sólo 10 días, Dubai Sky se metía en la ruta al Kentucky Derby con su éxito en el Spiral Stakes (G3) de Turfway Park, el mismo día en que Sweet Success era segunda en el Bourbonette Stakes (G3).

Y, a principios del corriente mes, el gran Shared Belief se lucía al galopito nada menos que en el Santa Anita Handicap (G1), ratificando su status como el mejor caballo adulto del momento en el Norte. Con 900.000 dólares sumados a su cuenta bancaria, es justamente Shared Belief el hijo de Candy Ride que más dinero lleva ganado durante 2015.

Además de lo referente a lo monetario, los números del caballo que nació en el Haras Abolengo hablan de 38 ganadores, con cuatro de ellos habiendo vencido en el plano del black-type.
Candy Ride supera a Tapit, pero también a Medaglia D’Oro (El Prador), a Lucky Pulpit (Pulpit) -con el aporte casi absoluto de California Chrome-, a Speightstown (Gone West) y a Giant’s Causeway (Storm Cat).
De todos ellos, con la excepción de Lucky Pulpit, claro, el argentino es el caballo cuyo servicio ostenta el precio más bajo. Mientras que por Tapit se deben pagar US$ 300.000, por Medaglia D’Oro US$ 125.000, por Giant’s Causeway US$ 85.000 y por Speightstown US$ 80.000, los 60.000 dólares requeridos por el crack de los Craig parecen una verdadera bicoca.

Candy Ride, que ya comenzó a conocer de triunfos en el novedoso rol de abuelo materno, ve como sus hijos que ya ingresaron en la reproducción siguen su camino. Basta con observar los precios excelentes que las primeras crías de Twirling Candy y Sidney’s Candy han logrado en los remates. La fiebre por Candy Ride y todo lo que lo rodea es notable.

Recordar caballos argentinos con semejante peso en la cría de los Estados Unidos es tarea sencilla, aunque los casos no sobran, precisamente. Forli (Aristophanes) es abanderado y su gestión impresionante desde el histórico Claiborne Farm hizo época.

También Lord At War (General) aportó un momento óptimo, aunque su muerte prematura no le permitió alcanzar un mayor desarrollo aún, algo que sí ocurrió a través de sus hijas, estupendas reproductoras.

Invicto en las pistas e igual de generoso desde la cabaña, Candy Ride comienza a marcar una época y a tener un peso en la industria para muchos impensados en su poco apreciado comienzo desde el Hill’n’Dale Farm de John Sikura, el haras que lo desarrolló cuando a su alrededor sobraban las dudas y las certezas se escribían entre signos de pregunta.

Por primera vez en su campaña Candy Ride es líder en la estadística de padrillos más competitiva del mundo, elevando la nobleza de su nombre hasta cielos tan altos como impensables. Una muestra del peso del turf argentino, de todo lo bueno que los inigualables campos nuestros dan.

DHM
Fuente: http://turfdiario.com/
By Constanza Pulgar

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