CLÁSICO ELISEO RAMÍREZ (G2)

Sweetie Girl, en un doblete selectivo para Fernandes Gonçalves

El piloto brasileño sigue demostrando sus condiciones en la hípica argentina y en el éxito de la hija de Star Dabbler en las catorce cuadras de San Isidro volvió a lucirse y así, sellar una jornada perfecta. Segundo trofeo en esta contienda para Alfredo Gaitán Dassié.

Sebastián Heredia

Abrazos entre el cuidador y el jockey, en una redonda exhibición. 

(Dupratphoto-PH)

Se esperaba acción de sobra para el Clásico Eliseo Ramírez (G2, 1400 metros) por el parejo número de inscriptas y el desenlace no falló desde ningún aspecto. En un final electrizante, Sweetie Girl le puso el pecho a un compromiso exigente y tras atropellar con libertad pudo pasar a ganar a tan sólo 100 metros de la sentencia final.

Salsa Brava Key se colocó el traje de puntera hasta los 400 metros. Al tiempo que la yunta del Firmamento compuesta por Cusi Nistel y Orpen Guess no le dieron mucha tregua; al tiempo que la ganadora lo hacía desde una expectante colocación. Ya cuando Sweetie Girl atacó con decisión, lo hizo con libertad y venció por el ajustado margen del pescuezo en el guarismo de 1m23s27/100. Segunda llegó Vale Dori, de valiente gestión, que no se achicó en el epílogo y dejó tercera a Doña Copada.

En la tarde de San Isidro, las sedas de Futuro en lo más alto.

 (Dupratphoto-PH)

Una tarde elogiosa para Fransisco Leandro Gonçalves, quién ya había festejado con Bay Orp en la contienda selectiva para los machos y, dos turnos más tarde, enarboló otra faena muy productiva. “Es la mejor Pascuas de mi vida. Tengo la suerte de contar con muy buenas montas. Estoy muy agradecido por la confianza de los propietarios y cuidadores”, inició la charla con la prensa para luego encarar lo estrictamente relacionado al desarrollo y expresar que “se dio un tren de carrera muy sereno para mi potranca Le di libertad y arriba guapeó. Fue un final bravo”.



Uno que sigue sumando trofeos en cotejos jerárquicos es Alfredo Gaitán Dassié. Es tanta su producción que llamó la atención que este reciente éxito significaba el segundo Ramírez de su foja; el anterior había sido con Afrodite en 1998. “Tuve la suerte de ganar más con los machos, pero cuando te traen buena genética, las chances se incrementan”, confiesa y agradece por tanta confianza.

Tras el estreno con éxito en San Isidro, la idea de llevarla a Sweetie Girl a La Plata estaba enfocada a incrementar su experiencia. Ese cuarto puesto en el Sur merecía una posibilidad más y lo revalidó en una versión del Ramírez muy pareja y atractiva.

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