miércoles, 8 de abril de 2015


Gran Premio República Argentina

El 1ro de Mayo vivamos la gran fiesta del Turf en Palermo

Un creativo retorno al mejor resplandor



Toda gran carrera tiene su historia. Las hay, inclusive, con devenir sorprendente o, cuando menos, llamativo. Quizás el Gran Premio República Argentina (GI-2000 m), la segunda competencia de mayor jerarquía del calendario anual delHipódromo de Palermo, sea una de estas últimas.

Lo primero por señalar es que, hoy, en los comienzos de la segunda década del Siglo XXI, la carrera se encuentra en uno de los momentos de mayor esplendor, luego de no pocas penurias y merced a la revitalización generada por cambios sustanciales que realizó el Argentino en procura de regresarlo a su mayor nivel.

Ese proceso requirió de imaginación, creatividad, adecuación a los tiempos, esfuerzo económico y perseverancia en el tiempo. Debieron concurrir variados factores para traer nuevamente al primer plano al República Argentina, que es el heredero –habrá que saberlo- del histórico Internacional de Palermo y de las versiones del Carlos Pellegrini realizadas en su pista de arena.

Porque este República Argentina es aquel mismo Gran Premio Internacional, creado en 1887 y que como tal se realizó en la arena de Palermo hasta 1940, habitualmente en noviembre, un mes después del Nacional. Este Internacional, el primero de su clase en la Argentina, tenía como revancha el otro gran internacional rioplatense de aquellos tiempos primeros, el Gran Premio José Pedro Ramírez, de Maroñas, o en el ámbito local el clásico Comparación, a fines de año en el mismo Argentino.

Con la creación, por parte del Jockey Club Argentino, de su hipódromo de San Isidro, ambos bajo su dominio, el Internacional cambió de nombre y pasó a llamarse Gran Premio Carlos Pellegrini, en homenaje al fundador de esa señera entidad y organizador del turf nacional.

Hasta 1970 siguió en San Isidro, con algún par de temporadas –según aporta el sustancial libro del añorado Jorge Horacio Iglesias “Las Carreras de Caballos en la Argentina”, cuya reedición es una deuda impaga del turf local todo con el brillante hípico- en que recuperó su nombre de Internacional, para pasar a Palermo con el mismo nombre durante una de las tantas administraciones estatales que tuvieron los hipódromos de Palermo y San Isidro luego de mediados de los años cincuenta y hasta cerca de los ochenta, siempre del siglo último.

Avanzados los años 70, por otro lado, comenzó a tomar cuerpo una realidad evidente del turf nacional, inclusive actualmente: tiene todo concentrado en un mismo año, tanto Triple Corona –Polla, Jockey Club y Nacional- como el choque de generaciones que propone el Carlos Pellegrini. Sin duda la exigencia supone un gran esfuerzo para los productos de tres años, que pueden llegar extenuados y sin mayor reacción a la confrontación con los mayores.

Surgió entonces la idea de quitarles tal presión a los tres años y, como ocurre en varias hípicas del exterior, pasar el cotejo de fuerzas con los mayores al año siguiente, esto es en el segundo semestre como tres años.

La idea prosperó, con el apoyo de quien esto escribe inclusive -dato sin demasiado valor, ciertamente-, y todo derivó en la búsqueda de una nueva fecha para el República Argentina. Creo que con algunos ensayos, finalmente quedó en abril, en el final del primer cuatrimestre del año, semejante con lo que ocurre en Brasil, de donde se tomó la idea original del traslado de fecha.

Por 1979, el Carlos Pellegrini de Palermo, el heredero del Internacional, cambió de denominación. Pasó a llamarse Gran Premio República Argentina, siempre como GI, obviamente. A las autoridades de turno les pareció más abarcativo el nombre, a la vez que se alejaba al fundador del Jockey Club de la principal carrera de América del Sur.

Contemporáneo con eso, el Jockey Club recuperó su hipódromo y, con un gran trabajo y esfuerzo, comandado por Roberto Vasquez Mansilla, lo reabrió, para inaugurar el tiempo moderno del turf nacional.

San Isidro encontró entonces, cuando rearmó su calendario clásico, dos situaciones que le allanaron el camino para recuperar el Pellegrini de San Isidro, aquél que en 1941 comenzó su tramo en la pista de césped.

Estaba libre la primera quincena de diciembre y el nombre Carlos Pellegrini. De allí a darle categoría de GI e inaugurar la etapa actual del gran premio de fines de año medió sólo la decisión de hacerlo.
El nuevo Gran Premio Internacional Carlos Pellegrini de San Isidro, ubicado en la primera quincena de diciembre, recuperó su esplendor y, por el contrario, el República Argentina ingresó en un cono gris. Perdió empuje y consideración. Hubo acciones insistentes de Palermo por volverlo al mejor nivel, pero no tuvieron el resultado esperado.

Hasta que, al unísono con la creación del Campeonato Palermo de Oro, el República Argentina comenzó a recuperar fulgor. Quizá no sólo por ser el eslabón final del torneo por puntos que reparte suculentas recompensas extra, sino por el acertado cambio de distancia. El pasaje a 2000 metros, lejano de los 2500 o 3000 metros de las veces anteriores que se realizó en el Argentino, fue la decisión que reinsertó vigorosamente al República Argentina en sus mejores tiempos y, a la vez, puso en valor su recorrido, que es en la actualidad el tiro clásico, ese utilizado por la series Classic o World Cup en todo el mundo, la milla y cuarto.

El hipódromo de Palermo siguió rodeando la realización del Gran Premio República Argentina con los mayores atractivos y encantos posibles en el espectáculo hípico contemporáneo, con el placer de ofrecer una carrera potente y atractiva.

Así llegamos a esta gran fiesta, domingo 1 de mayo, que siempre coincide con una nueva versión del República Argentina, un clásico revitalizado con esfuerzo y creatividad, que resume la historia del aquel famoso Internacional, de fines del Siglo XIX, y también de parte del Carlos Pellegrini.


Natalia Maidana Berón
Departamento de Prensa - Hipódromo Argentino de Palermo
By De Turfe Um Pouco

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