Ganó ocho al hilo
Mr. Geraldin, en la inolvidable tarde de "San Fafá"
Pablo Gallo
Sobre la cruz de Mr. Geraldin, el jinete uruguayo se quedó con el Handicap Ultraje (1400 metros) y fue uno de los eslabones para sumar ocho triunfos en forma consecutiva. Una vez más, el dueño de todos los elogios es Pablo Falero
Cuesta escribir estas líneas sin perder la admiración por un hombre, que si bien hace rato ingresó ala historia dorada del turf sudamericano, sigue sumando capítulos a su extensa trayectoria. Cuesta contar el desarrollo del Handicap Ultraje, ya que la noticia hípica del día la consiguió el mismo Pablo Falero, que tras ganar con Mr. Geraldin, la principal prueba de la reunión, sumó siete conquistas y siguió con su racha, ya que a la siguiente volvió a cruzar en el primer lugar. Sin palabras.
Pablo Falero y una buena faena con Mr. Geraldin para seguir
con la suma de triunfos. (Fotos: DupratPhoto/PH)
Sobre la cruz de Mr. Geraldin (58, 1/2), el látigo uruguayo mostró la templanza de siempre. Cuando en los 400 finales, todo hacía indicar que El Asombrado (56) podía escaparse y unir los dos extremos como único protagonista. Falero le echó el resto al zaino doradillo que defiende los colores del stud Zurbaran y pudo pasar de largo con un par de saltos. Cruzó el disco a dos cuerpos de ventaja sobre Power Optimist y finalizó el recorrido de las catorce cuadras de arena en el tiempo de 1m 22s 77/100, con parciales de 23s 45/100, 46s 03/100 y 1m 09s 86/100 .
Fue la séptima conquista de su foja para Mr. Geraldin, aunque con una particularidad ya que fue la primera que obtuvo en el escenario norteño. L a jornada siguió con su curso. Mr. Geraldin se marchó a su box con la manta ganadora y Pablo Falero siguió compitiendo, con el objetivo claro: superar el récord nacional que el mismo comparte con el rosarino Ángel Baratucci. El hombre todo lo puede y en el siguiente turno siguió de festejos al ganar con Il Maggiore.
Hubo que esperar el desarrollo de la última carrera de San Isidro. Pablo Falero no pudo batir ese récord de llegar a nueve impactos en un mismo día, pero lo suyo queda registrado a lo grande ya que en la historia del Hipódromo de San Isidro ningún jockey pudo obtener ocho triunfos en forma consecutiva. Da gusto verlo correr y cada uno de los testigos que lo disfrutan con su acción deben sentirse privilegiados, por poder ver a un verdadero campeón de la hípica.
By Mário Rozano
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