sábado, 21 de septiembre de 2013

 

Maximiliano Aserito



"¿Llegaré a correr algún día acá?, me preguntaba"





Pocos saben que se trata de un jockey uruguayo. Nació en Paysandú un 4 de julio de 1988 y en abril de 2006 se radicó en Entre Ríos, luego "de cruzar el puente caminando" y pasar la aduana "con la cédula de un amigo". Allí se inició en su actual profesión, la cual hoy disfruta a pleno en los "máximos" argentinos.


Pablo Núñez

-Al parecer, usted es más uruguayo en Argentina que en su propio país.

-Lo que pasa es que nunca tuve la chance de correr en Uruguay y es por eso que en mi país soy poco conocido en el turf. Es más, ni siquiera conozco el hipódromo de Maroñas. Ojalá pueda ir a correr algún día. En Paysandú llegué a trabajar como vareador con mi padrastro y después con Walter Yubar, quien fue una de las personas que me enseñó mucho, pero nunca llegué a competir. Mi profesión la empecé acá en Entre Ríos, donde me radiqué con 17 años.

-¿Siempre tuvo claro que quería ser jockey?

-Desde muy chico me gustaron los caballos. Cuando terminé la primaria, mi vieja me sentó y me dijo: "o estudiás o laburás", y ahí fue que empecé a trabajar con mi padrastro, Héctor Silveira.

-¿Fue difícil el comienzo?

-Por suerte me fue bien. Corrí en varios hipódromos del interior y gané unas cuantas carreras, muchas de ellas cuadreras.


-¿Y cómo surgió la posibilidad de empezar a competir en los hipódromos grandes de Argentina?

-Un patrón, al que le debo mucho, me dijo un día que me veía muy buenas condiciones, incluso como para correr en Buenos Aires. La verdad que no lo podía creer. Él empezó con los trámites y después de mucho papeleo pude montar en Palermo.

-¿Qué sintió ese día?

-Fue inolvidable. No podía creer que estaba ahí. Cuando yo corría en Entre Ríos, llevaba caballos a Palermo como peón y me sentaba en la tribuna y me preguntaba: ¿llegaré a correr algún día acá? Y mire usted lo que son las cosas de la vida, hoy estoy montando ahí, en San Isidro y La Plata y gracias a Dios me está yendo muy bien. Para alguien como yo, que arrancó de la nada, estar compitiendo con estos `monstruos` es increíble.

Ganó su primera carrera más allá del nivel común
 en el hipódromo de Palermo

-Se lo ve ganar seguido. ¿En qué considera que ha ido evolucionando como jockey?

-Estoy muy orgulloso por todo lo que he progresado. Una de las cosas que me ayudó mucho es el hecho de mudarme para Palermo. Antes iba y venía de Entre Ríos y perdía la oportunidad de trabajar más en las mañanas. Corría dos o tres caballos medio seguido y me fatigaba. Hoy, en cambio, corro seis y es como si nada. Ahora me siento más fuerte. Es impresionante cómo he mejorado mi estado físico.

-¿Es de pedir consejos?

- Sí, más teniendo a estos fenómenos al lado. Sobre todo Pablo (Falero). No es porque sea uruguayo, pero para mí es el mejor de todos. También le pregunto cosas a Altair (Domingos), (Jorge) Ricardo, (Juan Carlos) Noriega, entre otros. Gracias a ellos he aprendido mucho. Además, siempre me miro en las repeticiones de las carreras. Soy muy autocrítico.


Ovación
Fotos: Prensa Hipóromo Argentino de Palermo SA
By Mário Rozano

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