TURF SUDAMERICANO LLORA LA PÉRDIDA DE SU MAYOR EXPONTE
FALLECIÓ MARCEL ZAROUR - PRESIDENTE DE LA OSAF
Querido Marcel
Dicen que las cosas hay que decirlas y que los hombres no lloran
Difícil decisión en estos momentos cuando todo resulta tan difícil de entender.
La prueba que tiene enfrente es literalmente un desafío a la vida
Como encontrar formas de pelear ante algo que no da tregua, que no da margen a la duda, que ni siquiera abre una ventana a la imaginación
Tuve la suerte de compartir con un gran hombre, marcado por el dolor, ese mismo que hoy le pega a cada minuto, pensando que es de acero, cosa que hoy tengo claro no es
Pude conocer de sus alegrías y penas. De sus grandes momentos y también de sus frustraciones.
La vida no fue un camino fácil, aunque su fortaleza hacia parecer que los caminos se iban abriendo de par en par.
Valoro enormemente la posibilidad que tuve de compartir con usted.
Recuerdo como si fuera hoy cuando lo llame y le dije que si estaba dispuesto a llevar a cabo su emblemático proyecto de hacer un diario hipico estaba a su disposición.
Quiso el destino que lo lleváramos a cabo y que al día de hoy siga vigente para alegría suya y beneplácito de muchos hípicos. Para aquellos que no lo reconocen vaya nuestro cariñoso saludo, pues es señal inequívoca de que por lo menos se han tomado el tiempo de revisarlo.
Pero volvamos a lo que nos convoca. No todo fue felicidad y eso lo sabemos ambos.
Lamento aquel día que me fui del campo, pero hoy lo valoro, pues creo que fue lo que nos unió mas.
Tengo claro que el desafío que tenemos por delante es grande, casi imposible de sortear, pero también se fehacientemente que las enseñanzas que me dejo superan largamente los quiebres que tuvo nuestra amistad.
Eso me ayudara a entender esta parte de la historia que por dolorosa que parezca quedara como una enseñanza mas.
Linda palabra es amistad, la que nos unió y que aunque no crea significó mucho para mi. Saber que era un buen amigo para usted fue algo muy emotivo y quedara en mi por siempre.
Mis respetos Marcel Zarour por todo.
Porque supiste ponerle el hombro a todo y a todos.
Porque batallaste siempre con fundamentos.
Porque fuiste un gran amigo de tus amigos.
Me siento orgulloso de haber podido estar a tu lado tanto tiempo y tratare de llevar a cabo algo de todo lo que me enseñaste porque créame que como usted no habrá jamás otro. Por lo menos yo y muchos de los que lo queremos no tendremos chance de ver otro personaje igual, con esa calidad humana, profesionalismo y sinceridad, porque aunque doliera y con quien fuera las cosas se decían de frente sin segundas lecturas, algo que pocos hacen.
Un abrazo grande, apretado, como si fuera el primero cuando la vida le arrebató una parte consular de su vida, su hijo Omar, momento que nos unió para siempre.
Tengo mil cosas más que decir, pero creo que sería abusar de la amistad que forjamos.
Prefiero despedirme sabiendo que el mañana si existe, que tendremos chance de volver a mirarnos, de contarnos una historia más y esperar que la chaquetilla de El Sheik vuelva a cruzar la meta victoriosa, como siempre lo soñamos
Te quiero Marcel...
Descansa en paz
Te voy a echar mucho de menos.
Dicen que las cosas hay que decirlas y que los hombres no lloran
Difícil decisión en estos momentos cuando todo resulta tan difícil de entender.
La prueba que tiene enfrente es literalmente un desafío a la vida
Como encontrar formas de pelear ante algo que no da tregua, que no da margen a la duda, que ni siquiera abre una ventana a la imaginación
Tuve la suerte de compartir con un gran hombre, marcado por el dolor, ese mismo que hoy le pega a cada minuto, pensando que es de acero, cosa que hoy tengo claro no es
Pude conocer de sus alegrías y penas. De sus grandes momentos y también de sus frustraciones.
La vida no fue un camino fácil, aunque su fortaleza hacia parecer que los caminos se iban abriendo de par en par.
Valoro enormemente la posibilidad que tuve de compartir con usted.
Recuerdo como si fuera hoy cuando lo llame y le dije que si estaba dispuesto a llevar a cabo su emblemático proyecto de hacer un diario hipico estaba a su disposición.
Quiso el destino que lo lleváramos a cabo y que al día de hoy siga vigente para alegría suya y beneplácito de muchos hípicos. Para aquellos que no lo reconocen vaya nuestro cariñoso saludo, pues es señal inequívoca de que por lo menos se han tomado el tiempo de revisarlo.
Pero volvamos a lo que nos convoca. No todo fue felicidad y eso lo sabemos ambos.
Lamento aquel día que me fui del campo, pero hoy lo valoro, pues creo que fue lo que nos unió mas.
Tengo claro que el desafío que tenemos por delante es grande, casi imposible de sortear, pero también se fehacientemente que las enseñanzas que me dejo superan largamente los quiebres que tuvo nuestra amistad.
Eso me ayudara a entender esta parte de la historia que por dolorosa que parezca quedara como una enseñanza mas.
Linda palabra es amistad, la que nos unió y que aunque no crea significó mucho para mi. Saber que era un buen amigo para usted fue algo muy emotivo y quedara en mi por siempre.
Mis respetos Marcel Zarour por todo.
Porque supiste ponerle el hombro a todo y a todos.
Porque batallaste siempre con fundamentos.
Porque fuiste un gran amigo de tus amigos.
Me siento orgulloso de haber podido estar a tu lado tanto tiempo y tratare de llevar a cabo algo de todo lo que me enseñaste porque créame que como usted no habrá jamás otro. Por lo menos yo y muchos de los que lo queremos no tendremos chance de ver otro personaje igual, con esa calidad humana, profesionalismo y sinceridad, porque aunque doliera y con quien fuera las cosas se decían de frente sin segundas lecturas, algo que pocos hacen.
Un abrazo grande, apretado, como si fuera el primero cuando la vida le arrebató una parte consular de su vida, su hijo Omar, momento que nos unió para siempre.
Tengo mil cosas más que decir, pero creo que sería abusar de la amistad que forjamos.
Prefiero despedirme sabiendo que el mañana si existe, que tendremos chance de volver a mirarnos, de contarnos una historia más y esperar que la chaquetilla de El Sheik vuelva a cruzar la meta victoriosa, como siempre lo soñamos
Te quiero Marcel...
Descansa en paz
Te voy a echar mucho de menos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario