Escuela de Jockeys y Vareadores
Aprendices en la
gatera
Comenzó el proceso
de selección para la conformación de una nueva generación de la Escuela de
Jockeys y Vareadores.
Más de 50 fueron los postulantes que recorrerán un exhaustivo proceso
de selección, incluyendo evaluaciones físicas (condición médica y peso) así
como de su experiencia previa y destrezas en el manejo del caballo. Al igual
que el año anterior llegaron al Hipódromo Nacional de Maroñas postulantes del
interior del país, que aspiran a convertirse en alumnos de la institución,
entre ellos dos chicas de Melo y Las Piedras.
El proyecto formativo que vivirán los finalmente seleccionados, combina
experiencia práctica guiada por un tutor hípico, con la formación teórica y es
coordinado por un equipo de docentes de diversos rubros que van desde la
equitación a la educación física. El curso, de duración anual, se desarrolla en
el Hipódromo Las Piedras con una carga horaria de tiempo completo; por la
mañana, los estudiantes realizaran actividades prácticas y, por la tarde, diversas materias teóricas: equitación,
educación física, educación médico-sanitaria, equinotecnia, ética profesional y
reglamentos, formación general y ciudadana y taller grupal. Además, la Escuela
cuenta con las instalaciones necesarias para alojar a los jóvenes del interior,
a los que se provee también de comida.
Algunos de los integrantes de la generación 2014
ya se encuentran corriendo en las pistas, luego de haber culminado
satisfactoriamente todas las evaluaciones y de solicitar la patente y
autorizaciones correspondientes.
La Hípica Nacional ha registrado un relevante desarrollo desde la
reapertura del Hipódromo Nacional de Maroñas en junio de 2003. Ello ha derivado
en un incremento de las actividades, profesiones y oficios relacionados:
cuidadores, entrenadores, jockeys, vareadores, peones, veterinarios, herreros,
domadores, etc. La situación ha impactado en un aumento de la
demanda de mano de obra, que ha estado acompañada por la progresiva
formalización del sector y las condiciones de trabajo, así como también en una
necesidad de expandir los niveles de profesionalización de los actores
involucrados. Teniendo en cuenta que muchos jóvenes se acercan a los hipódromos
con el objetivo de generar un sustento económico así como también un proyecto
de vida, que los actores hípicos demandan la formación de los aprendices de
Jockey y que la profesionalización del oficio constituye un objetivo
impostergable, es que resulta imprescindible que funcione una Escuela con estas características.
By De Turfe Um Pouco
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