"Double-event" de lujo

Soy Carambolo... palito y tronera

Pablo Gallo

Vino lejos del fuego, expectante, y en la lomita impuso su capacidad pulmonar para obtener el Progreso-G3 por segunda temporada consecutiva, en la fecha a expensas de Tormentoso Moro

Su enorme calidad, su bagaje de stamina y el profuso conocimiento de la distancia le bastaron al favorito Soy Carambolo ($ 2.65) para grabar en su bitácora el "double-event" del Clásico Progreso-G3 (2400 mts., $ 178.500), resuelto en el arranque de su atropellada por el pupilo de Roberto Pellegatta, pues al encarar los 400 finales ceñido a la baranda falsa, su accionar era muy superior al de sus rivales.

 

El largometraje tuvo en la vanguardia, cortado, al tordillo Río Plateado. Que sacó varios largos a la descubierta, estableciendo suaves fracciones de 25.16, 49.05, 1:13.60 y 1:37.55, siempre seguido por Tormentoso Moro; a "variedades", la muserola blanca de Fragotero era flanqueada por Pure Orangey, con el resto agrupado y Soy Carambolo esperando por dentro en el 7º lugar.

 

 

Al volcar la curva y encarar en el derecho, Río Plateado no cedía, Río Plateado iba en su busca, y Falero sacaba de la baranda a Fragotero para intentar una escalada exterior que no tendría furor, como si al zaino de BB Frenkel le incomodara el trayecto; en ese movimiento de "Fafá", la zona interna quedó liberada para el avance de Soy Carambolo, imparable por los 200 (2:14.30) para filtrarse entre las últimas reservas del puntero y Tormentoso Moro, dominando allí con claridad.

 

 

 

 En un vistoso cierre de evidente resto, el vástago de Val Royal (FR) en madre More Light (GB) le sacó 1½ al valiente Tormentoso Moro; a 3 cuerpos, Hagrid selló la trifecta, ½ cabeza, 3½, 2½ y 2 por encima de Río Plateado, un tibio Fragotero, Magic Storm y Pure Orangey, en guarismo de 2:27.53 para la hierba normal pero acotada. Al respecto, para esta competencia se podrían haber quitado los plásticos provisorios, máxime por la altura de la temporada, en plena primavera. 

Miguel Suárez ensilló a Soy Carambolo en su undécima presea dorada, con $ 1.388.870 en retribuciones al cabo de 27 salidas a la palestra. Pastero neto y galopador de pura cepa, el seisañero tuvo en Juan Carlos Noriega al habitual intérprete de su motricidad. Y el cordobés lo guió a la perfección, sin regalar un centímetro durante el desarrollo.

 

El sólido remate del defensor del Haras Polo le permite, ahora sí, soñar con ese Gran Premio Internacional Carlos Pellegrini-G1 que en 2012 debió saltear por lesión. Tiene por delante la GP Copa de Oro-G1 (2400), tal vez el paso intermedio para llegar a la topada de diciembre como el principal referente de la guardia vieja.

 

Pura Hípica/Todo A Ganador

Fotos: DupratPhoto

By Mário Rozano